5 de octubre de 2007

Carta Nº 3

Si pudiéramos dejar el rencor de lado, si fuésemos capaces de acercarnos aunque sea a escondidas. Algo me dice que en tu corazón así como en el mío están las ansias, la necesidad de abrazarnos, pero el miedo a que nos sorprendan o miedo al rechazo nos hace quedarnos atrás. Debímos habernos ido lejos para salvar nuestro amor, para cumplir nuestros sueños...El olvido perfora mi corazón y mis lágrimas preguntan dónde estás. Este amor que aún siento que a veces lo creo marchito, me golpea el corazón y como flor en primavera revive buscando agua para sobrevivir, agua que nunca hallará, porque tú nunca volverás.