15 de enero de 2008

Confianza de un Amor


A pesar que entre ellos no existía un punto común que diera sentido a aquél extraño amor, ambos permanecieron aferrados a la esperanza de ser felices. Aún siendo polos en extremo opuestos, intentaron llevar la relación, luchando más de alguna vez con sus modismos propios e idealismos, justificación de que existó amor.
Ella no encontró en él un hombre que llenara su necesidad de ser querida, no obstante existó una razón mayor que logró dejar pendiente esta necesidad. Fue la confianza que sintió a su lado. Ella comprendió que más valorable era la confianza que las expresiones de amor, decidiendo aguardar en secreto sus esperanzas de un amor más latente. En ella, no tan sólo el amor la llevó a estar a su lado, sentía que cosas importantes podía aprender a su lado.
Su sueño era que él conociera lo hermoso que puede llegar a ser vivir. Sus objetivos eran claros, ella anheló colorear su vida, devolverle a él la felicidad de las cosas simples, sin tantos cuestionamientos, fervientemente deseó que el volviese a confiar y creer en la felicidad.
Talvés para ella esto significó un reto inmenso, por todo lo que reflejó su historia pasada, no obstante sus fuerzas no se habían acabado para que se limitara a la idea de creer nuevamente en un cuento de hadas en borrador. Y permaneció a su lado.