15 de enero de 2008

Confianza de un Amor


A pesar que entre ellos no existía un punto común que diera sentido a aquél extraño amor, ambos permanecieron aferrados a la esperanza de ser felices. Aún siendo polos en extremo opuestos, intentaron llevar la relación, luchando más de alguna vez con sus modismos propios e idealismos, justificación de que existó amor.
Ella no encontró en él un hombre que llenara su necesidad de ser querida, no obstante existó una razón mayor que logró dejar pendiente esta necesidad. Fue la confianza que sintió a su lado. Ella comprendió que más valorable era la confianza que las expresiones de amor, decidiendo aguardar en secreto sus esperanzas de un amor más latente. En ella, no tan sólo el amor la llevó a estar a su lado, sentía que cosas importantes podía aprender a su lado.
Su sueño era que él conociera lo hermoso que puede llegar a ser vivir. Sus objetivos eran claros, ella anheló colorear su vida, devolverle a él la felicidad de las cosas simples, sin tantos cuestionamientos, fervientemente deseó que el volviese a confiar y creer en la felicidad.
Talvés para ella esto significó un reto inmenso, por todo lo que reflejó su historia pasada, no obstante sus fuerzas no se habían acabado para que se limitara a la idea de creer nuevamente en un cuento de hadas en borrador. Y permaneció a su lado.

10 de enero de 2008

Última pasajera de un último viaje.


Explotó en mi el recuerdo dejando mi mente sin conocimiento del pasado. Posesionándose una felicidad desconocida por mi, pero aún así con el mismo aroma e ilusionismo que me motiva a sentir. Respiro el oxígeno invisible ante mis ojos y mi alma concreta un circuito de bienestar. Sólo atino a sonreír, algo que creía lejano, se desintegró y ahora es palpable, es real.
Subí un pie a aquél autobus retro mirándote, tú quieto ahí. Subí completamente y me seguías con tu mirada quieto aún viéndome. Me senté hacia la ventana mirando tus ojos y tu quieto ahí... sólo nos mirábamos, no habían gestualidades, ni señas. ni palabras...el autobus comenzó a vibrar, moviste tus manos en tus pantalones, quizás secando la transpiración oculta de tu nerviosismo, yo sonreí sin quitar mis ojos de tu mirada...el autobus tomó rumbo, tus ojos crecieron y tu pie dió un paso, yo seguí mirando tus ojos sin dejar de sonreír, y así desaparecí ante tus ojos.

7 de enero de 2008

Precio a la Felicidad.



A pesar de conocer el camino a la felicidad, no me dejan de soprender situaciones, por lo que pienso que la felicidad debería tener un precio como medio planificado y justificado para nuestras vidas. Quizás sea egoísta pensar así, tomando en cuenta los que no tendrían para pagar, pero el enfoque va dirigido más que todo a entender, justificar nuestra infelicidad.
Llega a ser paranóico vivir pensando que no puedes hacer esto, porque te puede pasar esto otro. Da impotencia que anterior declaración sea una puerta cerrando una felicidad necesaria.
Me esforcé el último día de un año añejo para dejar todo un pasado caótico, ya que pisando el primer día de un año nuevo sabía que estaba delante de mi un sobre a mi nombre que contenía un cheque por felicidad y era obvio que lo cobraría, pero ahora luego de haberlo canjeado se me viene un cuestionamiento del cual no me hago cargo previniendo mi actuar. Oye, estoy feliz, ese sobre me cambió una etapa de mi vida, por qué tendría entonces que cuestionarlo?...
Porque no es más simple y la felicidad tiene precio y así cada quien se conforma con lo que puede pagar?...