Todo está quieto. Desde un rincón, observo la habitación y nada he movido de su lugar. Me estoy volviendo loca, mi razón está desbordada, tu ausencia me destruye. A través del espejo me veo. Mi rostro está desgastado. Los alrededores de mis ojos están obscuros, mi mirada ida y distanciada.
Sentada en la alfombra sin luz, sólo acompañada de música escribo, despojando mi osada personalidad, que en estas noches es de temer.
Si te encontrara en este instante...
Seguiré en esta habitación en que me dejaste, de donde nadie se atreve a liberarme. En donde día a día debo ver amaneceres y madrugadas. Donde las tinieblas danzan de un lado a otro... en el mismo lugar, aquí, donde lloro y grito por mi libertad.
Aquí todo está perfecto, pulcro y en su lugar...
Me miro en el espejo, viendo todas las escenas que te alejaron de mi... mi locura te hizo partir.
Sigo encerrada en esta habitación, reflejo de mi alma, pero mi propia prisión.
Pronto camino se abrirá para mi partida, ya lo he sentido. Los ellos con alas gigantes vendrán por mi.
Camino de lado en lado, la música me libera, doy vueltas y vueltas y pienso en ti. Mi ira crece, el rencor se asoma, pero el amor me golpea y a piso caigo débil.
Seguiré encerrada en esta habitación, aquí me dejaron abandonada, donde se olvidaron de mi.
Les fue más fácil que comprenderme. Ya no tiene importancia, los amo.
Las paredes siguen sólidas, su pintura también. Mis ropas siguen intactas...mi cabello ha crecido, mi piel envejecido.
¿Dónde estarás ahora?, ¿pensarás en mi?, ¿Sabrás que estoy aquí?.
Me han anesteciado y siento la debilidad de mis manos, que intentan sujetar el lápiz que alimenta este papel.
No te olvides de mi...
Quizás ya no tenga juicio, pero mi amor por ti sigue siendo racional.
Siento la anestecia que adormece, ya no puedo conti....
