Explotó en mi el recuerdo dejando mi mente sin conocimiento del pasado. Posesionándose una felicidad desconocida por mi, pero aún así con el mismo aroma e ilusionismo que me motiva a sentir. Respiro el oxígeno invisible ante mis ojos y mi alma concreta un circuito de bienestar. Sólo atino a sonreír, algo que creía lejano, se desintegró y ahora es palpable, es real.
Subí un pie a aquél autobus retro mirándote, tú quieto ahí. Subí completamente y me seguías con tu mirada quieto aún viéndome. Me senté hacia la ventana mirando tus ojos y tu quieto ahí... sólo nos mirábamos, no habían gestualidades, ni señas. ni palabras...el autobus comenzó a vibrar, moviste tus manos en tus pantalones, quizás secando la transpiración oculta de tu nerviosismo, yo sonreí sin quitar mis ojos de tu mirada...el autobus tomó rumbo, tus ojos crecieron y tu pie dió un paso, yo seguí mirando tus ojos sin dejar de sonreír, y así desaparecí ante tus ojos.