28 de junio de 2006

Mi Amado es el Amor.

Entregué la llaves de mi amor
les conté al oído mi secreto,
les grité al aire
y no me oyeron.
De la paciencia y la inocencia
me hice amiga,
pero la realidad fue más leal.
Desperdiciaron mi esencia
envenenaron mi sentir
y dejaron sembrada en mi mirada
el dolor y la tristeza de vivir.
De cada lágrima caída
nació el antídoto
y fue la piedad
que me sanó.
La tranquilidad es mi madre
a ella recurro en las crisis de dolor.
Desperté en una hora prohibida
y fue por que en ese momento
descubriría que mi alma
es esposa del amor
y mis sentimientos
que escapan al entender natural
son los frutos de su fusión.

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